domingo, 28 de febrero de 2010

A dos años de las elecciones presidenciales.


¡Hola de nuevo!

En esta ocasión se me ocurrió recordar un poco del drama que vivimos los mexicanos en las elecciones federales del 2006. Recuerdo que muchos de nosotros fuimos con gran esperanza a votar, la esperanza era generalizada. Tanto los de izquierda como los de derecha y centro, salimos a votar, fueron unas elecciones con "poco" abstencionismo. Sin embargo, el papel de las instituciones y de los organismos dedicados a vigilar la legalidad del evento dejaron mucho que desear. Empezando por el simple hecho de que el "software" utilizado para el conteo era ya como los "dados cargados" de nuestros ejercicios de prepa de probabilidad y estadística. Un insulto a la inteligencia de todos los mexicanos, especialmente a aquellos que contaban con educación media superior. Por desgracia en la pirámide de la educación nacional el porcentaje es bajo. Sin embargo eso no impide que podamos ser conscientes de las irregularidades vividas antes, durante y después del día de las elecciones.

No sólo la actuación de partidos políticos e instituciones estuvieron fuera de la legalidad antes de tan esperado evento para la nación, usando los medios masivos para infiltrarse en la mente de los más desfavorecidos, sino que además, utilizaron su influencia para desviar la atención de lo realmente importante: El Proyecto de Nación. Un pánico generalizado inundó al país, el miedo a perder todo o lo poco que se había logrado en los últimos años fue el protagonista de tal epidemia.

El día tan esperado llegó. La gente salió y votó, muchos por miedo, otros por convicción y unos cuantos con la tranquilidad de haber conocido el Proyecto de Nación de cada uno de los candidatos.

Tristemente, como ha sucedido a lo largo de la historia de nuestro país, se dieron irregularidades. Desde el inicio en el conteo rápido hasta el resultado final siempre se mantuvo una censura a la información en los medios de comunicación. A diferencia de las elecciones pasadas en las cuales la gente sabía minuto a minuto como iba el "marcador", en esta ocasión no fue así. La gente no tuvo acceso a esta información a través de los medios masivos más que al inicio y al final, de esta forma, no se puede ver el "recorrido" del conteo y por lo tanto, deja en duda la veracidad del evento.

Seguimos con las irregularidades... La gente pide contar "voto por voto". Lo que más me llamó la atención fue la renuencia no sólo de las autoridades electorales sino también de los ciudadanos "de a pie" que en muchas ocasiones se expresaban a cerca de los ciudadanos indignados como unos "ridículos". Esto principalmente me ocasionaba sentimientos de tristeza y desamparo, al ver que mis compatriotas de alguna forma no apoyaban la transparencia. Algo que me dejaba pensando era lo siguiente: si ya se hicieron los conteos por casilla una vez, ¿porqué no se hacen una vez más? Se que lo que acabo de escribir suena descabellado pues, para el primer conteo la población mexicana estuvo directamente involucrada, dentro de un proceso bien organizado y legislado, pero, si es "el pueblo" el que pide un nuevo conteo, y de acuerdo a nuestra Constitución, en el Pueblo recae el poder, ¿porqué no hacer un nuevo conteo?

Por otro lado está el hecho de que el Tribunal Federal Electoral anuló toda posibilidad de esclarecimiento del evento, hecho que alegró a muchos e indignó a muchos otros pues, ¿qué se puede esperar de una institución tendenciosa? De nuevo no se guiaron por la máxima autoridad de la nación: "La Constitución".

En el recuento, el daño fue para todo el pueblo mexicano, lo seguirá siendo hasta que la nación exija su derecho a gobernar. Para lo cual, quise contribuir un poquitito con esta reflexión ya que los candidatos empezarán a apabullarnos con sus propuestas, ofertas, mentiras y promesas con tal de obtener un beneficio personal y como siempre, favorecer a quienes los impulsaron para llegar a la cima. Como siempre, nosotros, los ciudadanos de a pie, no estaremos en la lista de los favorecidos y es por eso que, no importa realmente por quien votemos sino que nuestro voto sea razonado, no basado en el miedo o la apatía del momento.

Finalmente, quiero añadir un capítulo de más de 50 que se tienen en línea acerca del fraude electoral que nos dañó a todos en el 2006. Este conjunto de videos contienen explicaciones muy concretas de todo lo ocurrido a lo largo del proceso electoral y de cómo se manipularon tanto los medios como las instituciones para el favorecimento de unos cuantos (la oligarquía que no desea perder su "status quo".).


Espero que todos, especialmente los apasionados con el tema, puedan ver este conjunto de videos que presentan valiosa información sobre nuestros derechos y las leyes para los mexicanos.

Añado una liga a la información de un libro interesante en referencia al fraude:


Actualizado el 5 de marzo de 2014.